L. RONALD HUBBARD | PERFIL BIOGRÁFICO

El Administrador

“No son los sueños del Hombre los que le fallan”, afirmó L. Ronald Hubbard en 1969. “Es la falta del conocimiento práctico necesario para hacer realidad esos sueños”. Por esa razón, y sólo por esa razón, “Naciones enteras, por no mencionar empresas, sociedades o grupos, han pasado décadas debatiéndose en la confusión”.

No son los sueños del Hombre los que le fallan. Es la falta del conocimiento práctico necesario para convertir esos sueños en realidad.
—L. Ronald Hubbard

Las consecuencias de esto saltan a la vista todos los días en los titulares de las noticias que hablan de los paralizantes déficits, de los impuestos onerosos, los negocios que fracasan y más de treinta y siete millones de personas (sólo en el próspero Estados Unidos) que viven actualmente en una pobreza extrema. Por ello, y no sin razón, el Sr. Hubbard añade: “La felicidad del hombre y la larga vida de las empresas y estados, aparentemente dependen de un conocimiento organizacional práctico”.

Si entendiéramos realmente cómo funcionan mejor los individuos: sus necesidades, sus aspiraciones y el origen de sus fracasos, entenderíamos de forma natural cómo funcionan mejor los grupos compuestos de individuos. Esta era la perspectiva desde la que L. Ronald Hubbard abordó los problemas de cómo cooperamos con los demás, no con engaños administrativos o con decretos autoritarios, sino con una visión especialmente solidaria de los grupos como individuos unidos en un propósito común.

En total, el Sr. Hubbard dedicó más de treinta años de su vida a desarrollar y codificar las políticas administrativas con las que las organizaciones de Scientology funcionan. Estas políticas se derivan de las leyes fundamentales que gobiernan toda conducta humana, y por tanto constituyen un cuerpo de conocimiento tan importante sobre el tema de grupos de individuos como lo son sus escritos sobre Dianética y Scientology en cuanto a la rehabilitación del espíritu individual. De hecho, hasta la llegada de Dianética y Scientology, se desconocían realmente los principios que gobiernan las actividades de los grupos, tanto como se desconocían los principios que gobiernan la mente humana.